19 de agosto de 2007

Deseo


Araño cada segundo,
esperando verte al instante.
Sé que horas nos separan,
pero mi cuerpo como la pasta,
ya está al dente.
Susurro en mi mente,...
cuanto duraría tú ropa en su sitio.
Si vendrás dispuesta
o tendría que rogar amarte hasta el delirio.
Entonces recordé,
recordé como nos miramos la última vez.
Como me arrancaste las dudas,
al tiempo que la ropa.
Hervían nuestras almas
mientras se quemaban nuestros cuerpos.
Sin duda,no pudiste elegir mejor color en tu ropa interior.
Un color que todo lo inundaba,
que siempre combinaba.
Que a ninguno nos dejaba indiferente,
más si cabe,
si depositado en tus labios,
pronunciaba mi nombre
y anunciaba tu deseo.
Sí,
ese era mi nombre,
por el que solamente tú me conocías.
El nombre,
con el que noche tras noche,
me bautizas entre sábanas
Ungido por tu cuerpo,
Deseo,
ámame,
devora mi cuerpo
y penetra mi alma.
Recorreme entera
hasta que olvide quien soy
y lo que me ata.
Esas fueron tus palabras...
Deseo,
desespera,
porque la noche caiga.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo tu sabes escribir con el alma, solo tu sabes acariciarme con tus palabras... Que bonito peque!! Tkt siempre...

Los Tacones Rojos dijo...

Uff!! En tus palabras se nota el deseo. Escribes con la mano las palabras del alma. Espero volver a verte pronto. Un beso cielo

Con un par de tacones dijo...

Qué sensación más placentera cuando notas que el deseo te posee; que te habla tan alto que se te esacapa a borbotones.. que te domina de tal modo que hasta con bellas palabras a sí mismo se plasma...

Muy buen relato..