6 de mayo de 2008

Gotas precipitadas


Apenas unos días hacía del último beso y el estaba ansioso porque pasara el fin de semana…Anhelaba tanto ese instante como el calor de su pecho y porque no decirlo esas incansables ganas de hablar que tanto le gustaban.
El reloj no iba de su parte para no variar y eso que había salido con tiempo…tiempo, un tiempo por cierto bastante malo pero que a él al contrario le encontraba un punto romántico y sexy y por primera vez en años deseo con todas sus fuerzas que lloviese, que lloviese a mares.
Una llamada le despertó de su fantasía según llegaba a buscarla. Era ella, algo cabreada por el retraso…hasta mosqueada tenía encanto…unos minutos después ya se estaban besando y porque no decirlo su corazón empezó a acelerarse y a impacientarse. Como disfrutaba cada beso que le daba…porque sentía que con ella podía ser él mismo y eso era poco usual.
Todo el camino estuvieron hablando de lo ocurrido en esos días que no estuvieron juntos…pararon a comer algo pero en el fondo había unas enormes ganas de comerse mutuamente…saltar directamente al postre.
Al cabo de un buen rato, una hora quizás, decidieron no esperar más…Fueron al sitio de siempre donde se respiraba una cierta calma. Al contrario de lo que él deseaba apenas llovía y solo a intervalos.
Observaba lo que tantas veces había contemplado, esa sonrisa eterna y ese gesto pícaro que tanta gracia le hacía…realmente deseaba estar en ese momento con ella.
El ímpetu se apoderó de ellos y solo había una cosa en mente, sentirse, que la piel hablase lo que las palabras a veces no pueden o no desean transmitir. No había lapsus, ni escalas, solo sentimiento, solo ganas, muchas ganas. De fondo una melodía se repetía en su cabeza,"touch me",tócame,si,hasta que me saques la piel y desnudes mi alma.Viste mi fuego con tu deseo...

Pasaba el tiempo pero él solo deseaba eternizarlo. De reojo veía las gotas resbalando en el cristal, así mismo se veía él resbalando cada segundo, cayendo al placer más absoluto, por su propio peso amarrado a sus piernas…
Todo tiene un final y mientras reían y hablaban de cualquier cosa sin importancia,el no dejaba de pensar en esas gotas del cristal y atraído por su magia no dudó en estirar el brazo y tocarlas, impregnando sus dedos por una parte y precipitando otras al vacío.En ese momento deseó ser de las gotas que impregnan y dejan su fresca presencia y no ser las que caen y se olvidan en el tiempo.

5 comentarios:

Los Tacones Rojos dijo...

Ummm!!! Precioso!! Tenía ganas de leerlo y ya de paso, escribirte que como siempre, tus letras... espectaculares...

Anónimo dijo...

Hola queria felicitarte por tu blog me ha parecido genial muy bueno el contenido y las fotografias.

Su dijo...

La verdad es que ha sido un placer descubrirte y más todavía dejarse llevar por la sensualidad de tus letras..con tu permiso te anclo a mi blog, para poder seguir leyéndote..
Besos dulces...

La Mary Venusina dijo...

mmmm...otra vez el anhelo! Me gustó muchisimo.-

Besos

Amie dijo...

buf, uno de los relatos poeticos mas deliciosos que lei, fue un placer haber caido en tu blog. Me voy con un dulce sabor en la boca , y eso me encanta.

besos mojados con sabor a pecado